domingo, octubre 25, 2009

Diego Marchi





En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable


Sigue el camino amarillo..


La vida es como un mercado, lleno de productos diversos. Muchos tamaños, formas, colores. Algunas cosas caras, otras que no duran mucho, algunas muy grafiticantes y otras más que sólo cumplen su función.
Así es la gente. Durante nuestro camino por recorrer, nos topamos con mucha gente diferente, de diferentes clases, diferente ideología y que se presentan en el preciso momento de nuestra vida que deben estar. Nos tocan de una manera que hacen que nuestra vida cambie. Eso es inevitable.

Es por eso que es importante escoger bien con quien queremos recorrer nuestro camino, y quien será parte de nuestro ejército para la lucha diaria que nos toca.

A veces, cierta gente llega en un momento que tenemos más necesidad y vienen a cubrir ese hueco que no sabemos como llenar. Creamos un espejismo de lo que es la persona, y depositamos parte de nosotros y moldeamos nuestra identidad básandonos en lo que nos hace sentir, o más bien en lo que creemos que sentimos. Al fin de cuentas sólo se vuelven un espejo de lo que queremos de nosotros mismo, y al querer que la imagen reflejada encaje a lo que queremos ver, nos damos cuenta que no es lo que quisimos.

Otro tipo de personas llegan sin hacer mucho ruido, se instalan en nuestra vida y logran sembrar en nuestra alma y aprenden a entender nuestro espíritu. Ese tipo de gente está destinado a ir a un lado en el recorrido que nos corresponde y son las personas que hay que valorar y atesorar, porque no las encuentras en cualquier lado. Tal vez no sean las piezas más caras del mercado, ni las más llamativas pero sí son valiosas. Hay que saber buscar.

A lo largo de las vivencias, acumulamos todo tipo de personas, de las que están para llenar el espacio y de las que llenan nuestro espíritu. De vez en cuando es bueno hacer una depuración, y vaciar lo que no sirve, para dejar espacio a lo que vale la pena.

No nos queda más que seguir recorriendo nuestro camino, y saber escoger. No siempre es fácil, hay que conocerse a uno mismo y saber encontrar esos diamantes en bruto que son los verdaderos amigos.. los que siempre te acompañan en el camino.

martes, octubre 06, 2009


Me duele. Me lastima y no puedo controlarlo.
Me duele tenerte y no poder tenerte.
Me molesta sentirme así. Me molesta ser víctima de esa droga de la cual no puedo liberarme. Quiero sentirme libre de nuevo. Quiero ser yo.
Me lastima quererte. Esa angustía que se ahoga dentro de mi soledad, que solo tú puedes curar, pero que a la vez tú la hundes más.
Quisiera que todo acabe ya. Quisiera no quererte tanto, pero no puedo dejar de hacerlo.